19 de noviembre de 2007

Perdón a ella

Asomaba a sus ojos una lágrima y...a mis labios una frase de perdón; habló el orgullo y enjugó un llanto, y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro; pero al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: ¿Por qué callé aquel día?.
Y ella dirá: ¿Por qué no lloré yo?.
Es cuestión de palabras, y, no obstante, ni tu ni yo jamás, después de lo pasado convendremos en quién la culpa está.
¡Lástima que el amor en un diccionario tenga donde hallar, cuando el orgullo es simplemente orgullo y cuando es dignidad!

No hay comentarios: