28 de marzo de 2011

El mundo de tu mano

Cuando del brazo leas mis poemas de una noche callada y encendida, blanca y frágil la frase nunca oída ira cambiando todos sus esquemas.
La esencia es fuego y frio, no le temas, todo se aprende con tiempo y medida:
los invierno de cada despedida, los veranos de amor con que te quemas.
Yo escribo, echo de menos la ventana que nos hizo de puerta hacia la luna y nos traía el sol en la mañana.
Nada en este pesar ha sido en vano.
Tú sigues siendo luz como ninguna, yo sigo viendo al mundo de tu mano

No hay comentarios: