8 de julio de 2011

Nuestra amistad

El viento puede borrar las huellas de nuestro andar. Nuestros caminos se pueden separar, pero nuestra amistad, ha de permanecer.
Los recuerdos de días felices de caminatas bajo el sol y la lluvia, las risas sinceras de nuestra alegría solo la muerte nos ha de quitar.
Cuando el cielo se tiña de negro, cuando llegue el momento del adiós, todos los momentos que vivimos amargos, tristes, dulces y alegres en nuestros corazones perdurará.
Ni la misma muerte con su obscuro manto no los podrá de robar.
Cuando ya no podamos caminar como ayer, en el espeso bosque, cuando nos quede la nostalgia
de lo que vivimos entonces reiremos recordando todas nuestras anécdotas que un día nos hicieron felices.
El trino de las aves en primavera la risa de los niños en verano siempre nos hará añorar los momentos vividos entre jazmines y dalias, entre cardos y espinas, días que no volverán
Los latidos de nuestros corazones los días soleados, las canciones que solíamos cantar bajo la sombra de una palmera
Esos gratos momentos quedaran grabados en nuestras memorias y corazones.
Hoy quizás la vida o el destino nos separan pero los momentos que vivimos nadie nos podrá quitar.
Podrán borrar las huellas de nuestro andar, podrá separarse nuestros caminos pero los momentos que vivimos ni la misma muerte podrá borrarlos de nuestras almas y corazones.

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