12 de junio de 2011

Mi silencio …

¿Por qué seguí insistiendo?

Nunca te quise responder,
o no pude, no lo sé,
tal vez preferí callarlo,
morir con mi secreto,
aunque ya lo sabías
nunca fue por mi boca,
si el pez siguió nadando
fue porque así lo dejaron,
te hubiera dicho
que no me resigno,
fue un sueño tan lindo,
a todos les hable de tus noches,
de cuanto quería compartirlas,
la forma en que tronaban tus ojos,
el quejido rutinario de las tardes,
cuando tus labios dormían cansados,
de tu altura modesta sediciosa,
tus miradas vergonzosas
ocultando su destello tras mi espalda,
porque te encontré y no quiero perderte,
porque nunca quise cambiar,
y cambié cuando saboreaste mi nombre,
silabeado en tu lengua homicida,
ya lo ves, hice un pacto con la dignidad,
me comerán las ganas por dentro,
cuando te mire no seré el mismo,
cargaré la cruz en mi silencio,
nunca más sabrás que existo.

No hay comentarios: