9 de junio de 2011

Al poema

Olvidos dispersos en el estigio de una larga noche
convertidos en esclavos de una piel turbada.
Conjuro a las puertas de la verdad;
al poema, con los ojos cerrados.
Que si hay alfileres en el alma,
las sábanas siempre cubren el dolor
de brazos que acogen el vacío,
de huellas inertes en la soledad.
Fuego en el lecho, gemidos en el silencio;
al poema, con las manos abiertas.
Que reciban flores, aunque estén marchitas,
que el aroma, vive con ellas.
Memorias guardadas en el sobre del tiempo,
cartera repleta de adioses y miedos.
Al poema, con el alma entregada,
carpeta abierta de sentimientos
porque la vida es poesía en retazos
si la salpicas con una pizca de ingenio

No hay comentarios: