27 de diciembre de 2007

REQUIEBRO

I
Pasan las horas fijando la fecha de nuestro virtual encuentro.
Pasan encadenados los besos tildados de ternuras comparadas; rozando la piel aunque serrana, emergiendo con suave tacto cada poro
que revive a un limpido paso.
Y aquellos labios no muy lejanos que tiene mi lontana predecidos, dejan que su comisura anide en mi regazo, tejiendo una red cariñosa, que remienda mil agujeros del corazón aún no sublimado.

II

Se siente el paso de la aurora en pleno dia, cuando las estrellas dormidas en los rayos lumínicos del astro rey,campea por los arreboles ancianos de una tarde de resolanas decembrinas.
Momentos de silencio viven en mi historia cercana a mi olvido, y un álito de tejidos en colores purpurinos, cubren los escombros del destino, renovando el lacerado ambiente que en eltierno corazón queda establecido.
Fueron quizás tus incontables caricias que al estar aún dormido, o aun despierto, dejaste a su paso consentido escribiendo la historia que todos los amantes navegaron en requiebros, y cosieron corazones en la misma instancia de canciones.
Talvez las intensas emociones en aquellas soledades nocturnales, cual luciérnagas en aquelarres luminosos, pasan las estaciones del remanso, para olvidar la cicatriz de la acorazonada impresa, y formar un solo corazón con el tuyo entre tus manos, dibujando los requiebros soñados de tardes decembrinas.

III

Copos de nieve ilustran la metáfora del viento, al toque nupcial de la cellizca compungida, y al seguir anidando en los suspiros el cálido perfume de la aurora, se ciñe de silencios albergados, en los bellos jardines del alma compartidos.
Y asi se concluye este misterio, cual procesiones de amor en medio de las horas consumidas entre lares, para dejar todo el corazón establecido, ádornado con deseos nherentes de pasión sentida, estrechando con abrazos el hemisferio silente de mi destino.
Pasan silenciosas las horas rezagadas para el otro encuentro y el corazón empieza en su latido a vislumbrar canciones y requiebros, en medio de la cellizca de una propia noche decembrina.

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